Un futuro brillante: el potencial de la energía solar descentralizada en Uruguay

by

La cumbre climática en Paris (COP21) marca un punto de inflexión para la humanidad y también la energía solar. La historia esta vez no se repite y contrariamente a la cumbre de Copenhague en 2009 que terminó en un fracaso, las negociaciones en Paris quedarán en la historia como exitosas y el comienzo de una nueva era. Por primera vez, el mundo toma una posición casi unida para limitar activamente las emisiones causantes del efecto invernadero. Por primera vez, la mayoría de los países se comprometen con reducir las emisiones en términos absolutos y descarbonizar la oferta de energía.

La energía solar juega un rol clave en esta transformación. Los precios en declive de los sistemas fotovoltaicos ya han hecho de la energía solar la fuente de energía más competitiva, incluyendo tantos energías renovables como no-renovables. Uruguay ha sido uno de los precursores de este desarrollo. Con su visión proactiva de promover energías renovables, incluyendo energías hídricas, eólicas, de biomasa y solares, Uruguay ha alcanzado una parte renovable de 90% en su generación eléctrica. El último gran impulso en este cambio vino de parte de la energía eólica, con numerosos parques instalados en los últimos tres años. A esta altura, Uruguay es también líder en la transformación hacia una economía de bajo carbono. El país ha prometido bajar sus emisiones de 88% en 2017, con base del 2009.

En un evento la semana pasado en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República de Uruguay, en Montevideo, donde la Agencia Alemana de Energía y la empresa alemana Spirea Advisors habían patrocinado una planta FV experimental, los oradores reiteraron los grandes avances en el cambio de la matriz energética del pais. Sin embargo, la historia no termina ahí. 

Autos, buses, camiones y otros vehículos en Uruguay siguen usando energías fósiles. El gas sigue siendo una fuente de calefacción importante y las plantas de generación de electricidad siguen teniendo una componente fósil para momentos picos de consumo o de sequia. En la medida que se electrifique el transporte publico y privado, Uruguay tiene el potencial para volverse 100% renovable. Para lograrlo, el almacenamiento de energía renovable y estaciones de carga para vehículos eléctricos son elementos claves. Tal como lo explicó la decana de la facultad de ingeniería, Profesora María Simón, el suministro eléctrico descentralizado a través de plantas fotovoltaicas hogareñas o en comercios tampoco ha sido aprovechado aun. En el contexto uruguayo, con incentivos impositivos y altos precios de electricidad en momentos picos, los sistemas FV ya hoy en día pueden tener retornos interesantes. Sin embargo, el éxito de los sistemas descentralizados dependerá de por lo menos tres factores claves:

1. Esquemas de financiación innovadores: para muchos dueños de casa sigue siendo imposible comprar e instalar sistemas FV en ausencia de créditos para ese fin. Al día de hoy no existen esquemas de créditos pre-aprobados en Uruguay, comparables a los planes de pago en cuotas para sistemas solares térmicos. Vale lo mismo para usuarios comerciales que siguen teniendo que pedir préstamos bancarios para la compra de paneles, lo que pesa en sus balances y por ende pierden atractivo. Se puede esperar que con el tiempo aparezcan sistemas mas amigables de financiación para los actores en baja tensión.

2. UTE: esta empresa pública y verticalmente integrada de electricidad sigue teniendo el rol preponderante en el mercado, aun después de cierta apertura del mercado electrico. Su futuro podría cambiar radicalmente si las tendencias europeas y norte-americanas empiezan a concretizarse en Uruguay. Ahí, los jugadores tradicionales, integrados, actualmente están perdiendo la batalla en controlar la relación con sus clientes y se quedarán con la posesión (y los costos) de algunas grandes centrales y la red de transmisión y distribución. Nuevos actores intermediarios como Solar City o directamente los hogares mismos son los nuevos protagonistas. El punto de inflexión puede ser recién en algunos años, pero tarde o temprano será mas ventajoso para los hogares tener sus propios paneles y sistemas de almacenamiento.

3. Números: con el tiempo, las economías de escala a través de efectos de aprendizaje harán bajar los precios de instalación, que siguen teniendo la mayor incidencia en los costos de sistemas FV en baja tensión.

Los sistemas FV domésticos y comerciales de pequeña escala tendrán un rol clave en transformar la matriz energética hacia la meta de 100% renovable. Utilizando el potencial disponible, Uruguay podría nuevamente mostrar su rol de líder, precursor y modelo para el resto del mundo. Eso supone un esfuerzo conjunto entre reguladores, bancos, emprendedores y actores internacionales.